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El horno de pan
Acr�lico sobre lienzo
92 x 65 cm
2002
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Josep Llu�s Benet Vidal,
nacido en Valencia, Espa�a, en el seno de una familia de artistas, pronto present� aptitudes para el dibujo y la pintura. Se form� artisticamente en el taller de D. Jos� Am�rigo, profesor de la Escuela de Bellas Artes de Valencia donde estudi� intensamente la perspectiva y el an�lisis geom�trico de la realidad y su descomposici�n en cubos, esferas y conos, seg�n la conceptualizaci�n de C�zanne de quien el maestro Am�rigo era un ferviente seguidor. Tambi�n en este taller hizo una inmersi�n en la teoria del color: el maestro obligaba a los alumnos a fabricarse los colores con pigmentos naturales mezclados con los aglutinantes: aceite de linaza, cera, l�tex, etc. Adem�s, insistia en la utilizaci�n del cromatismo puro como veh�culo de expresi�n pl�stica abundante en la utilitzaci�n de los complementarios como b�squeda de una armonia est�tica, y tomando siempre como referencia al maestro de la luz, el valenciano Sorolla.
Ya de j�ven particip� en diversos certamenes de pintura obteniendo premios y menciones con sus paisajes, especialmente de pueblos de Valencia, de los valencianos jardines de los Viveros, bodegones de estudio, etc.
No obstante, los estudios superiores fueron en Pedagog�a, por vocaci�n familiar, y en Psicolog�a por inter�s
profesional. 1968 viaj� a Par�s donde aprovech� el viaje de estudios para conocer directamente a los maestros impresionistas a los que copi�
intensamente, especialmente a Renoir, Van Gogh y Gauguin, as� como a Matisse y a los fauvistas, copias de estudio que realizaba tanto en �leo como en ceras.
Por inter�s profesional, entre 1969 y 1972 residi� en Santo Domingo (Rep�blica Dominicana), vinculado al Departamento de Ciencias de la Educaci�n de la Universidad Nacional Pedro Henriquez Ure�a de la capital dominicana. Durante su estancia en
la isla dominicana, se impregn� de la luz y el colorido tropicales del Caribe.
Evocando a Gauguin, a quien habia copiado intensamente en Paris, despleg� una l�nea creativa expresionista y fauvista, incrementando en su pintura un cromatismo vivo y primario. Su producci�n pict�rica de la etapa dominicana se caracteriza por una profundizaci�n en el cromatismo tropical. Qued� prendado por los paisajes de Jarabacoa y de San Pedro de Macor�s, por los campos de mangos, por los conucos y bohios, los cocoteros de Boca Chica, por las miradas expresivas y limpias de los habitantes de las casas de madera del barrio de Matahambre o los barrios poblados sobre las rojas aguas del Ozama, por la alegria y el ritmo vital de los
"tainos". Dedicado a la docencia, di� clases de dibujo y de Historia del Arte en diversas escuelas privadas. Posteriormente, trabajando en Psicolog�a Cl�nica, se interes� por la pintura como terapia rehabilitadora de enfermos mentales, en la Cl�nica Mental de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona).
En esta etapa se ejercit� en la lectura de las pinturas de enfermos de esquizofr�nia para utilizarla como un camino para penetrar en el psicodiagn�stico de la enfermedad mental y del delirio inconsciente. La lectura de estos cuadros de enfermos, le ayudaron a entender un poco de la enfermedad mental y a tratar de visualizar caminos de rehabilitaci�n y ayuda terap�utica.
Su investigaci�n en el terreno de la neuropsicolog�a explor� en la mem�ria visual de im�genes, siguiendo las investigaciones del profesor Benton. El estudio de la retenci�n visual de im�genes le sirvi� como medida del deterioro mental propio de enfermos cerebrales de una u otra etiolog�a. De ah� sus propuestas de rehabilitaci�n a trav�s de la im�gen y la expresi�n pl�stica.
Afincado en la Ciudad Condal, fue alternando la dedicaci�n a la pintura con el ejercicio de diversas responsabilidades de gesti�n de servicios sociales.
1973 signific� su descubrimiento de Menorca, con ciertas evocaciones de su experiencia en el Caribe pero m�s pr�xima a sus reminiscencias culturales. Sus frecuentes viajes a la Isla le potenciaron un redescubriemiento y un renovado inter�s por la luz y el color de su Mediterraneo natal.
Como desde siempre su pintura ha sido sin�nimo de color vivo y potente, el encuentro con Menorca signific� una afirmaci�n de toda su trayectoria pl�stica anterior: formalismo de raices cubistas, cromatismo valiente y firme gestualidad . Para el, de una manera especial, Ciutadella de Menorca y su arquitectura, es el paradigma del Mediterr�neo intercultural, reflexivo y expresionista; una fuente continuada de inspiraci�n y creatividad.
De sus viajes por el Mediterr�neo al norte de �frica, a Grecia o a Italia, no le ha interesado tanto, desde un punto de vista pl�stico, la cultura cl�sica, sino m�s bien la cultura popular y sus personas. No le interesa la vuelta al clasicismo sino el expresionismo vitalista y a veces voluptuoso de las personas mediterr�neas: la luz de �guina, las personas del interior de la bodega de Silakas, en la plaza Monasteraki de Atenas, las casas del Plaka o la manera como los griegos pronuncian "Athina". La firme expresi�n de los tuaregs o de los egipcios actuales o el expresivo cromatismo nordafricano que vincula, mediterr�neamente, con el simb�lico cromatismo del Palio de Siena.
Las expresiones de los mercaderes de Khan-el-Khalili le evocan las del mercado de Olimpia o las paradas de la plaza Omonia...Todo esto qued� captado en sus trabajos formalistas entre los a�os 1974-1994.
Desde 1996 est� vinculado al taller "Cristina Blanch" de Barcelona, taller de libertad creadora, n�cleo de reflexi�n y debate sobre la est�tica y la conceptualizaci�n contempor�neas.
Exposiciones recientes:
1996: Individual. Galer�a Florida. Barcelona
1997: Colectiva. Sala Cristina Blanch. Barcelona
1998: Colectiva. Sala Sutton. Barcelona
1999: Colectiva. Hotel Adagio. Barcelona
2000: Individual. Galer�a Art 2000. Ciutadella de Menorca
2001: Individual. Hotel Adagio
2001: Individual. Sala Frener�a 3. Barcelona
2002: Individual. Galer�a Siena. Ciutadella de Menorca
2003: Individual. Galeria Pou d'Art. Sant Cugat del Vall�s. Barcelona.
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